Las conversaciones multilaterales entre Estados Unidos, Ucrania, Reino Unido, Francia y Alemania, que actualmente se llevan a cabo en Londres, han experimentado un giro tenso luego de un cruce de declaraciones entre el expresidente estadounidense Donald Trump y el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski. El conflicto se desató el miércoles, cuando Zelenski reiteró públicamente su negativa a aceptar la anexión de Crimea por parte de Rusia, dejando claro que su gobierno no cederá ese territorio bajo ninguna circunstancia.
La firme postura del presidente ucraniano fue recibida con críticas por parte de Trump, quien, a través de su plataforma Truth Social, calificó las palabras de Zelenski como “incendiarias” y lo acusó de contribuir a prolongar el conflicto armado. “¿Por qué no lucharon por Crimea hace once años, cuando fue tomada sin resistencia?”, escribió Trump, en referencia a la anexión de la península por parte de Rusia en 2014, durante el gobierno de Barack Obama.
Estas declaraciones han generado malestar entre las delegaciones presentes, especialmente en un momento en el que se intenta mantener un tono diplomático en medio de negociaciones delicadas. Observadores internacionales señalan que la intervención de Trump, aunque no representa oficialmente la política exterior estadounidense actual, podría influir en la percepción global sobre la posición de Estados Unidos frente al conflicto ruso-ucraniano.
A pesar de este cruce, las conversaciones continúan hoy en Londres, con el objetivo de encontrar una salida política que contemple el respeto a la soberanía de Ucrania sin escalar aún más las tensiones en la región.