El mundo del merengue está de luto. La tragedia ocurrida en la emblemática discoteca Jet Set de Santo Domingo, que colapsó en la madrugada del martes durante una presentación en vivo de Rubby Pérez, ha dejado una marca profunda en la historia de la música tropical. Más de 220 personas perdieron la vida en uno de los desastres más dolorosos que ha sacudido a la comunidad artística de República Dominicana. Entre los fallecidos se encontraba el propio Rubby Pérez, ícono del merengue, cuya partida fue especialmente sentida por colegas como Elvis Crespo.
En una entrevista exclusiva con BBC Mundo, Crespo compartió su pesar por la pérdida de quien considera no solo un referente musical, sino una figura imprescindible para la evolución del merengue. “Para que existiera una canción como Suavemente, tuvo que haber un Rubby Pérez”, dijo el cantante puertorriqueño, visiblemente conmovido.
Un mentor sin saberlo
Crespo, que comenzó a escuchar la música de Rubby cuando apenas tenía 10 años, recuerda cómo lo impactaron aquellas primeras presentaciones junto a la orquesta de Wilfrido Vargas. “Tenía una voz que desbordaba potencia y emoción. En Puerto Rico, quizá solo Joseph Fonseca podía acercarse a ese nivel vocal. Rubby era, sin duda, uno de los cinco grandes del género”, afirmó.
Más allá de lo técnico, Crespo reconoce en Pérez una influencia directa en su camino como artista. “Muchos de los que venimos detrás aprendimos viendo a Rubby. Su manera de interpretar, su estilo, su conexión con el público… todo eso nos marcó.”
Jet Set: más que una discoteca, un templo del merengue
La conversación con Crespo también rememoró la importancia de Jet Set, no solo como venue, sino como símbolo de la cultura dominicana. Con más de cinco décadas de historia, este club fue mucho más que un espacio de baile: fue una plataforma para artistas de toda Latinoamérica y un bastión del merengue en tiempos en que otros géneros comenzaban a dominar la escena.
“Yo canté allí. También lo hicieron figuras como Gilberto Santa Rosa, el Grupo Niche, Víctor Manuelle… Jet Set tenía esa magia. Y lo más curioso: ¡las fiestas eran los lunes! Nadie más hacía eso, y sin embargo, el lugar se llenaba”, cuenta Crespo entre risas melancólicas.
El artista recuerda especialmente una noche en la que detuvo su show para saludar a Pedro Martínez, el legendario beisbolista dominicano que estaba entre el público. “Fue un momento especial. Esa mezcla de música, cultura y figuras icónicas solo podía darse en Jet Set.”
Una pérdida que trasciende generaciones
Rubby Pérez falleció haciendo lo que más amaba: cantar. Junto a él, también perdieron la vida Felito Music, un productor muy querido, y el exjugador de béisbol Octavio Dotel. “Es imposible no preguntarse por qué suceden estas cosas”, reflexionó Crespo. “Uno nunca se prepara para noticias así. Rubby era un hombre íntegro, talentoso, con una calidad vocal que ya no se encuentra fácilmente.”
El velorio de Pérez reunió a personalidades como Juan Luis Guerra, el presidente Luis Abinader y miles de dominicanos que lo despidieron con lágrimas y aplausos.
El merengue: resiliente y universal
Para Crespo, el merengue sigue más vivo que nunca. “Tiene la capacidad de reinventarse. Hoy ves a Karol G, a Manuel Turizo, grabando merengue. Es un ritmo sabio, como dijo Bonny Cepeda: se adapta a los tiempos. Es bailable, pegajoso, diverso. Tiene letras románticas, letras jocosas… es parte del ADN dominicano y, por extensión, del Caribe.”
Con más de 30 años de carrera y un nuevo álbum titulado Poeta Herido en camino, Crespo continúa apostando por el merengue como un vehículo de expresión cultural. “Lo que hacemos no es solo entretenimiento. Es memoria, es identidad, es comunidad.”
Un mensaje para República Dominicana
Antes de concluir la entrevista, el cantante quiso enviar un mensaje directo al pueblo dominicano:
“Diles, por favor, que los llevo en mi corazón. Su dolor también es mío. Estoy orando por ustedes. Gracias por darme tanto. Gracias por Rubby.”