Luto mundial: el papa Francisco falleció en Roma y deja un legado imborrable para la Iglesia y la humanidad

El mundo católico se encuentra de luto tras confirmarse el fallecimiento del papa Francisco este 21 de abril en el Vaticano. Jorge Mario Bergoglio, el primer pontífice latinoamericano de la historia, murió a los 88 años, dejando una profunda huella en la Iglesia y en millones de fieles que encontraron en su mensaje un llamado a la paz, la humildad y la justicia social.
El papa Francisco falleció en la residencia de Santa Marta, donde residía desde el inicio de su pontificado. A pesar de los rumores recurrentes sobre su estado de salud en los últimos años, su muerte ha causado una conmoción a nivel global. Desde América Latina hasta Asia, líderes religiosos, políticos y ciudadanos comunes han expresado su pesar por la partida de un hombre que dedicó su vida al servicio del prójimo.
Un pontificado marcado por la sencillez y la reforma
Bergoglio asumió el papado en marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, convirtiéndose en el primer papa jesuita y el primero no europeo en más de 1.200 años. Desde el inicio, su estilo pastoral rompió con muchas formalidades del Vaticano. Rechazó vivir en el Palacio Apostólico, optando por una vida sencilla en la residencia de Santa Marta. Hizo del diálogo con otras religiones, la denuncia de la pobreza, la defensa del medioambiente y el acercamiento a los excluidos sus principales banderas.
Durante sus años en el Vaticano, promovió reformas importantes en la curia romana, impulsó mayor transparencia financiera y enfrentó con decisión los escándalos de abusos dentro de la Iglesia, abogando por justicia y reparación para las víctimas.
Reacciones desde Colombia y el mundo
En Colombia, la noticia provocó una ola de mensajes desde todos los sectores. Políticos, líderes religiosos y ciudadanos manifestaron su admiración por el legado del papa. “Su testimonio de humildad, su compromiso con los más pobres y su cercanía con los pueblos de América Latina no serán olvidados”, expresó en redes sociales el presidente de la República.
Obispos colombianos también se unieron en oración por su alma y destacaron el papel del papa Francisco como mensajero de paz durante momentos críticos del país, como el proceso de paz con las FARC.
Desde Roma, se ha confirmado que el funeral del pontífice será realizado en los próximos días en la Basílica de San Pedro, siguiendo un protocolo especial debido a su condición de papa emérito, ya que en 2024 había presentado su renuncia por motivos de salud, tal como lo hiciera su antecesor.
Un legado que trasciende religiones
Más allá de sus decisiones doctrinales, Francisco será recordado como un líder espiritual que rompió barreras. Fue un papa cercano, que hablaba de la necesidad de “una Iglesia con olor a oveja”, presente en las calles, acompañando a los más vulnerables. Promovió encuentros interreligiosos, denunció con fuerza el cambio climático y criticó las estructuras económicas que perpetúan la desigualdad.
Su encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado del planeta, se convirtió en uno de los documentos más influyentes en la reflexión ecológica global. También fue reconocido por su papel conciliador entre potencias políticas y por su incansable llamado a construir puentes, no muros.
¿Qué sigue para la Iglesia?
Con la muerte de Francisco, se abre una nueva etapa para la Iglesia católica. El Colegio Cardenalicio, reunido en el Vaticano, se prepara para convocar un nuevo cónclave en las próximas semanas, con el objetivo de elegir al próximo sucesor de San Pedro. Se espera que el perfil del nuevo pontífice tenga en cuenta el camino iniciado por Francisco: una Iglesia más cercana a los pobres, abierta al diálogo y comprometida con los desafíos sociales y medioambientales de este siglo.
La historia recordará a Jorge Mario Bergoglio como un papa que no temió abrazar a los marginados, cuestionar estructuras de poder y predicar con el ejemplo. Su legado queda sembrado en las comunidades de base, en los barrios populares de América Latina, y en cada rincón donde su palabra ofreció esperanza.