El presidente Gustavo Petro se refirió este miércoles a las revelaciones sobre posibles vínculos entre alias Calarcá, integrante de las disidencias de las Farc, y funcionarios estatales. El mandatario señaló que solo ahora tuvo conocimiento del contenido de esos archivos y que ordenó verificar su veracidad antes de tomar decisiones.
La reacción del jefe de Estado se produjo luego de que la fiscal general, Luz Adriana Camargo, afirmara que ni ella ni las dependencias nacionales de su entidad fueron informadas oportunamente sobre el material incautado. Según explicó, la documentación estaba bajo custodia de una fiscal de Medellín, quien tenía los reportes de extracción desde el año pasado.
Camargo lamentó que la Dijín no hubiese advertido a la Fiscalía central sobre lo hallado en los computadores, celulares y memorias USB que fueron decomisados a las disidencias en un operativo en Anorí (Antioquia). Pese a que el material llegó a manos de las autoridades en 2023, su contenido solo se conoció públicamente tras la divulgación hecha por la Unidad Investigativa de Noticias Caracol.
Petro respaldó ese señalamiento y cuestionó la demora: “Nunca tuve información de la Dijín ni de la Fiscalía en Antioquia. Esperaron 16 meses para entregarla, y lo hicieron primero a la prensa. Si esos datos fueran ciertos, se habría actuado de inmediato”, escribió el mandatario.
Durante su más reciente consejo de ministros televisado, Petro solicitó realizar pruebas forenses a los chats atribuidos a las disidencias, donde se mencionan presuntos contactos con el general del Ejército Juan Miguel Huertas y con Wílmar Mejía, funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia.
“Esperamos determinar, mediante métodos científicos, si lo revelado corresponde o no a la realidad”, insistió el presidente.
Entre los archivos también aparece la supuesta mención de la vicepresidenta Francia Márquez en diálogos con el grupo de ‘Iván Mordisco’, presuntamente en el marco de la campaña presidencial de 2022. Márquez rechazó por completo esa versión, calificándola como una acusación “malintencionada” y subrayando que no existe prueba alguna que respalde ese señalamiento.
“La única referencia es un supuesto mensaje de WhatsApp atribuido a un delincuente que usó mi nombre para darse importancia”, indicó en un comunicado.
